En esta casa, convertida ahora en el Hotel Colonial, vivió el gran poeta Luis Valle Goicochea entre 1918 y 1930, con visitas posteriores.

Valle Goicochea nació el 2 de noviembre de 1908 en el Caserío de La Soledad (distrito de Parcoy, provincia de Patáz, en el departamento de La Libertad) y murió en la ciudad de Lima el 13 de agosto de 1953.

Aquí, en la casa de su abuela paterna Clara del Castillo de Valle, donde pasó su niñez y juventud, se desarrollan dos de sus escritos: La cabrita Martina (1934) y El naranjito de Quito (1939). En ellos, la describe con detalles que hasta hoy pueden verse.

Las puertas de la casa de mi abuela se abrían a una calle soledosa (independencia), y a una plazuela bien cuidada (San Francisco), a donde de tarde en tarde acudían algunos niños a jugar. La casa era amplia y cómoda. El zaguán donde aún se conservaba un pescante de los que en los primeros años de la República sirvieron para colgar los faroles del alumbrado, llevaba a un patio alegremente pintado y por un breve graderío se subía a la sala. Seguían otro salón, el comedor, la despensa.
Mirando desde una de las ventanas del recibo hacia la calle se veía un sector de esta, luego la plazuela y algunos de sus bancos. Esto dentro del marco de la puerta de calle, y como telón de fondo la maciza base de la Iglesia de San Francisco.

Algunas frases sueltas nos permiten reconstruir en algo la casa.

En el patio florecido de la casa… Volví al patio y me senté en las gradas que llevaba a la sala… Todas las noches, al sonar las nueve era cerrado el portón de la casa. Giraban chirriaban, pesadamente, las puertas, y con un golpe final encontrábanse sus hojas… La campana de la iglesia vecina me despertó… Estoy sentado en la ventana de mi cuarto y miro al patio de la casa… Mis ojos encuentran, frente al viejo naranjito de Quito, otro naranjo de silueta más recia, pleno de verdecitas ramas y de frutos que amarillean ya.

A los sesenta años de su fallecimiento, el recuerdo de Luis Valle Goicochea sigue tan vivo en el que fue su lar familiar como todo lo que escribió y creó con el alma blanca y generosa, siempre creyendo en Dios.

Trujillo, 19 de marzo de 2013.